Teléfono

Memoria prevencionista

Resultados - Biblioteca Digital de PRL

Atrás Enfoque integral para mejorar la alimentación y nutrición en el trabajo : estudio en empresas chilenas y recomendaciones adaptadas

Enfoque integral para mejorar la alimentación y nutrición en el trabajo : estudio en empresas chilenas y recomendaciones adaptadas

enfoque_oit_2012
Un enfoque integral para mejorar la alimentación y nutrición en el trabajo : estudio en empresas chilenas y recomendaciones adaptadas. [pdf] Santiago (Chile): Organización Internacional del Trabajo, 2012. 87 p. ISBN 978-92-2-326949-4. [Consulta 10.10.2013]

"Tener acceso a una alimentación adecuada en la jornada laboral debiera ser un derecho, lo que no siempre se cumple. Sin embargo el problema no es solo el acceso a esa alimentación sino, además, la calidad nutricional de la misma, factor importante en las condiciones de salud de los trabajadores. El presente estudio analiza las prácticas de alimentación laboral en Chile a través de una revisión de la bibliografía y del marco legal vigente, entrevistas a informantes clave (representantes del gobierno, empleadores, trabajadores y académicos) y de una encuesta estructurada aplicada a 995 trabajadores de distintas regiones del país. Se observa que el marco legislativo actual se refiere solo a las condiciones higiénicas del espacio físico y el tiempo destinado a almorzar. La información disponible a nivel nacional sobre la calidad de la alimentación en el trabajo es muy limitada, pero varios estudios demuestran que la obesidad y las enfermedades crónicas asociadas tienen una alta prevalencia en los trabajadores. Existen falencias importantes en el sistema de alimentación de los trabajadores chilenos: el 39% no recibe ningún beneficio, el 22% no dispone de un lugar para comer, no siempre la limpieza es adecuada, el tiempo para almorzar es insuficiente o la calidad de la alimentación no es óptima. Un 30% de los trabajadores no almuerza regularmente, lo que genera molestias físicas y psicológicas (fatiga, dolor de cabeza, desconcentración, irritabilidad, etc.) y, probablemente, afecta la productividad laboral. El 17% de los trabajadores menores de 30 años ya presenta alguna patología crónica asociada a la alimentación, proporción que se duplica en los mayores de 40 años. La mayoría de los trabajadores desea disponer de las condiciones y el tiempo necesario para recibir una alimentación saludable durante la jornada laboral. Al menos tres estudios nacionales demuestran que es posible mejorar las conductas alimentarias y algunos parámetros de salud en los trabajadores con una intervención realizada durante la jornada laboral. Además, existe un reconocimiento por parte de los representantes de empresas, trabajadores, Estado y grupos académicos que el tema de la alimentación en el trabajo es fundamental en las políticas nacionales orientadas a disminuir la mala alimentación, obesidad y enfermedades asociadas. Sin embargo, las iniciativas que se han realizado en esta área son limitadas y muchos empresarios reconocen que no las han desarrollado por falta de conocimiento, tiempo o ganas, más que por razones económicas. Ello sin duda ofrece la oportunidad de avanzar en el tema de una alimentación saludable en el trabajo con campañas informativas, asistencia técnica y eventualmente con algún tipo de incentivo por parte del Estado. Se puede concluir que la alimentación en el trabajo no debiera ser considerada un gasto, sino una inversión que reduce costos para el trabajador y la empresa. Se pueden implementar diferentes medidas para mejorar el acceso de los trabajadores a la alimentación y el descanso durante la jornada laboral, que suelen ser costo-efectivas y que generan mayor satisfacción laboral. Es necesario definir e implementar intervenciones específicas con participación de los diferentes actores involucrados (empresas, trabajadores, Estado, grupos académicos), así como otras que incluyan a la sociedad en general. Es fundamental que estos programas formen parte de las políticas laborales, se realicen en forma sostenida en el tiempo y que sean evaluados en su implementación y sus resultados. Es necesario que se establezcan mesas tripartitas que incluyan al Estado, a los trabajadores y a los empleadores, para fortalecer un diálogo social con eje en el trabajo, la seguridad laboral y la alimentación." [p. 10-11]